domingo, 14 de diciembre de 2014
Todo queda en familia
Por Guillermo Anderson
La novela negra" Todo queda en familia" de Ezequiel Dellutri, su contexto es la localidad de San Miguel, una serie de asesinatos, muchos enigmas y sospechosos.
La sagacidad y oscuridad del investigador Jeremías Jeremías alias Gillete quien junto con el periodista de revista de sociales a su vez escritor en busca de una novela policial, buscaran resolver esta serie de episodios que arrancan en una plaza cubierta de nieve y con tres cadáveres.
Dellutri trabaja todo el tiempo en dos planos donde cuenta una historia y subyace otra historia en lo subterráneo, aquí un fragmento de la novela en voz de uno de los personajes: “Los autores de policiales muchas veces juegan a dos puntas: generan una historia paralela para mantener atrapado al lector. Cuando te enganchaste con la primera, te dejan con la duda y pasan a la segunda. Cuando van a lograr un avance importante, de nuevo vuelven a la primera”
Es un policial negro bien del conurbano y el inspector Gillette un personaje enigmático busca llegar a la verdad por más de lo que diga la justicia, diferenciándose de la estructura burocrática policial, en un ámbito donde las fronteras entre el bien y el mal se erosionan.
El detective a su vez cuenta con la colaboración gratuita de un periodista amateur que en su torpe búsqueda de un tema para su libro se enreda en situaciones inesperadas y en las que obtiene información de primera mano por su curiosidad.
El título hace referencia al entrelazado conflictivo familiar y como esa serie de asesinatos tiene un patrón común.
La lectura es dinámica, el lector se sumerge en esas historias y se vuelve testigo siguiendo las huellas de los investigadores.
Notas de degustación: Se aconseja leer sentado en un cómodo sillón escuchando de fondo preferentemente un jazz instrumental o un buen blues.
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