sábado, 8 de noviembre de 2008

Brutal crimen de un gendarme "por diversión"

Un cabo de la Gendarmería Nacional fue asesinado de un balazo en la cabeza mientras cumplía funciones en un puesto de guardia en el barrio "Ejército de Los Andes", más conocido como "Fuerte Apache", según informaron fuentes de la fuerza y voceros policiales.
El gendarme fue identificado como Roberto Centeno, de 28 años e hijo de un efectivo de la misma fuerza. Recibió un balazo aparentemente disparado por un "francotirador" apostado en uno de los monoblocks, a pesar de que en un primer momento se habló de que la bala salió desde el interior de un automóvil.
El efectivo estaba cumpliendo una guardia en el puesto 15 de Gendarmería en Fuerte Apache, en las calles Ricchieri y San Ignacio, según detalló ayer el subteniente Yamil Mamud, de la comisaría 6ta de esa zona.
El joven gendarme, casado y con dos hijos -uno de apenas un mes-, recibió "un solo tiro que le entró por la cabeza", y cuando llegó la Policía para trasladarlo a bordo de un móvil "ya estaba sin vida", según explicó Mamud en declaraciones a la prensa.Una versión indicó que el disparo podría haber sido efectuado desde un vehículo en movimiento, dado que los vecinos aseguraron escuchar una frenada antes del disparo, aunque la Policía relativizó esa posibilidad."Todavía no está confirmado que haya sido desde un vehículo en movimiento.
La Policía y la Gendarmería están haciendo las pericias para determinar cómo pasó todo", dijo el joven oficial al ser consultado acerca del episodio.Tras el disparo, un compañero del gendarme baleado dio aviso a otros efectivos de la fuerza y al personal de la comisaría 6ta, la más próxima a ese sector, aunque no pudieron hacer nada para salvarle la vida a Centeno."No fue una balacera. Fue un solo disparo. Es un hobby de ellos disparar contra las garitas de seguridad de la Gendarmería o contra los móviles de la Policía", señaló el subteniente de la seccional policial de la zona.

DETENIDO ANTE LAS CAMARAS
Tanto la Gendarmería como la Policía iniciaron un operativo en toda la zona en busca de los agresores, pero la única detención que se produjo fue la de un joven que vive en el lugar, en el momento en que era entrevistado por movileros y hacía declaraciones sobre la situación en Fuerte Apache. "Acá hay como ochenta bandas; esto fue por diversión..."Este muchacho, que se identificó ante los micrófonos como Edgar, responsabilizó a algún "pibito que venía de meterse en una casa y vio a los gendarmes que estaban pestañando y le tiró un tiro".Ante esta revelación, el personal policial decidió aprehender al joven para determinar la veracidad de sus palabras, ya que también aseguró que por "la ley del barrio, nunca van a encontrar a los responsables". La detención -transmitida por TV- generó la reacción de algunos movileros.El muchacho intentó resistirse al procedimiento, pero finalmente fue detenido por "resistencia a la autoridad" y quedó a disposición del fiscal de San Martín, Rubén Moreno.

Un crudo testimonio que terminó metiéndolo preso
Con la jerga de los barrios más humildes y marginados del Gran Buenos Aires, un joven vecino del complejo conocido como "Fuerte Apache" adjudicó ayer el crimen del gendarme a un simple acto de "diversión", probablemente concretado por un menor que volvía a su casa tras un raid delictivo, lo que motivó su detención ante las cámaras para comprobar la veracidad de sus palabras."Creo que por diversión pasó esto, fue un flash, vino un pibito de "laburar", que capaz que se habrá ido a las 6 o 7 a meterse a una casa, y vio a los gendarmes que estaban "pestañeando", le tiró un tiro, lo pasó a valores (lo mató) y salió a correr para adentro del barrio", señaló el joven ante la prensa congregada en el lugar.Con total crudeza, el muchacho señaló que no es necesario estar bajo el efecto de algún estupefaciente para cometer semejante crimen. "Yo también puedo estar "careta" (no drogado) y tirar", dijo el muchacho, que se identificó como Edgar, al ser consultado por los periodistas sobre esa posibilidad.

Tras hablar con la prensa, la Policía intentó detener al joven, quien en un primer momento quiso resistirse y terminó siendo aprehendido por "resistencia a la autoridad". El muchacho quedó a disposición del fiscal de San Martín, Rubén Moreno, quien secuestró en su poder un teléfono celular en el que había imágenes de jóvenes armados, entre los que se encontraba Edgar.Se puede ver al muchacho detrás de una reja blandiendo un brilloso revólver de alto calibre, casi jugando y hasta apuntando directamente contra el teléfono que lo filmaba.Edgar también opinó que por los "códigos" que se manejan en el barrio, los habitantes van a impedir que se descubra al asesino del gendarme Roberto Centeno, de 28 años. "Los pibitos salen a robar porque no los pueden condenar. Pero a partir de los 18, sabemos que tenemos que cambiar de vida y salir a trabajar", explicó.

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